sábado, 27 de octubre de 2012

CHINA


Es el país que ha conseguido despertar mi curiosidad por concebirlo como una especie de mundo lejano paralelo. Aunque nunca fue ajeno a mí, porque siempre he utilizado todo tipo de artículos “Made in China”, y me he topado con su gente al ir a hacer la compra. Viva donde viva allí estaban al servicio, pero sin poder nunca entablar una conversación más profunda sobre su cultura.

Para saciar gran parte de mis inquietudes he encontrado un informe muy amplio en forma de dossier en el periódico español Le monde diplomatique de octubre 2012. Estoy haciendo referencia ni más ni menos, al país en vías de desarrollo que se ha convertido en la segunda fuerza económica mundial. Pero este despegue económico que se mantiene en alza desde los años 1980 (este primer semestre del 2012 con una tasa de crecimiento del 7,8%) conlleva incrementar excesivamente de sus proveedores extranjeros las materias primas. Para ello los dirigentes han realizado grandes maniobras diplomáticas. Los tratados con África, por ejemplo, aunque parezcan a primera vista una bendición para el continente africano es verdad también que para muchos países ha creado una balanza comercial deficitaria y un consumo de bienes baratos en perjuicio de los productores locales. Salvando estas contrariedades son conscientes del imperativo de desarrollar medios de transporte alternativos, energías renovables, nuevos materiales, biotecnologías y otras actividades propicias para un cambio de esta naturaleza como indica el duodécimo plan quinquenal (2010-2015). 
No quiero dejar de mencionar para finalizar este breve resumen del dossier, que el partido único (Partido Comunista Chino) que gobierna desde 1949, tendrá este año su XVII Congreso, con una estructura que posee oficialmente 80,6 millones de miembros de los cuales el 23,7% son menores de 35 años. Esto representa una llave preciada para los jóvenes sobretodo los que no son ricos, y una garantía de tranquilidad para el Partido, que espera así controlar mejor a la sociedad. Y por último mencionar al confucionismo, que en 1980 era considerado como un factor de estancamiento económico y que ha pasado a ser, casi de un día para el otro, el motor central de la modernización. A mis compañerxs: espero que ya sepáis que tenemos una representante de este país asiático en clase, que se llama Rocío, y es muy maja y estudiosa. Id practicando con ella el chino mandarín que posiblemente si el “Maestro Kong” (de ahí Kongfuzi) sigue expandiéndose a este ritmo de seguro lo tendremos que saber “parlar”. Zaì Jiàn!!

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